Tras la finalización de la primera "Activación del plan de reacción" otras aeronaves continuaban con sus planes de vuelo a lo largo de la tarde. La luz de estas horas nos permitía tomar unas imágenes fantásticas mientras se acercaba la noche y el período de vuelos nocturnos.
Ya casi terminada la tarde pude asistir a una nueva "Activación del plan de reacción", aunque esta vez aún más cerca. Puede comprobar de manera fehaciente la complejidad de las maniobras a realizar y los tiempos perfectamente ejecutados por todos los involucrados en dicho acto.
En este momento llegó la hora de digerirse hacia la plataforma a la espera de que se iniciaran los vuelos nocturnos.
Allí pudimos tomar algunas imágenes mientras se ponía el sol e "intentar" posteriormente alguna toma nocturna hasta la hora de finalización de esta primera jornada, que para mí sería la única. Digo "intentar" porque aún no he cumplido la promesa que me he hecho a mí mismo de practicar con mayor ahínco el difícil arte de este tipo de fotografía por lo que mi aportación de lo ocurrido a estas horas es meramente testimonial (y seguramente ni eso). Aunque gráficamente no se aprecia lo que sí pude hacer es disfrutar enormemente la posibilidad de observar de cerca las evoluciones nocturnas de los F-5 que, pese a que hendían ruidosamente la noche, solo eran visibles por el calor de los gases que emanan de sus toberas
Sobre las 21.00 horas aproximadamente llegaba la hora de decir adiós a un día repleto de emociones y spotting disfrutado en el mejor lugar que uno pueda imaginar: en casa y acompañado de buenos colegas. Todas estas sensaciones y realidades no hubiesen sido posibles sin la magnífica oportunidad que nos ha brindado el Ministerio de Defensa del Gobierno de España, el Ejército del Aire y el personal del Ala 23 a los que agradezco de verdad su predisposición, interés y compromiso para que todo lo que aconteció en dicho día sucediera de la manera más satisfactoria para los spotters que allí estábamos. Un perfecto anfitrión para un día perfecto. Habéis dejando el pabellón muy, muy alto.
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