viernes, 30 de octubre de 2020

Air Festa Hamamatsu 2018 (I de VIII)



Mi último "reportaje" del viaje realizado en el año 2018 a Japón le corresponde al "Air Festa 2018" celebrado en la Base Aérea de Hamamatsu, Prefectura de Shizouka.


En el mismo iba a poder contemplar diversas exhibiciones aéreas y por supuesto algo de estática, todo en horario de mañana de 8:30 a 14:25. 


Ya he comprobado la pasión y perfección que ponen los japoneses en todo lo que hacen lo que presagiaba una jornada muy interesante que pensaba disfrutar al máximo. 


También esperaba un gran número de asistentes, pero creo que me quedé corto. Además del enorme número de habitantes que tiene este País estos demuestran gran interés por todo lo que rodea a su Fuerza Aérea. Si a eso añadimos la presencia del "Blue Impulse" su equipo acrobático al que siguen con gran respeto y veneración (tal es lo que pude comprobar in situ) pues tenemos el cóctel perfecto para esperar grandes multitudes. Corresponde llegar temprano para evitar problemas de acceso posterior.











Una de las complicaciones más evidentes que uno puede encontrar si viene en coche propio hasta el Festival, como era mi caso, es la de poder aparcar. El día anterior se apalabró un lugar para poder dejar el vehículo sin problemas. Y menos mal que muchos de los asistentes se acercan por otros métodos, no me quiero ni imaginar si todos vinieran en automóvil.


En cualquier caso, es un particularidad casi habitual en este tipo de eventos por estos lares que se solventan siendo precavidos, con paciencia e imbuyéndose del magnífico comportamiento que puede contemplarse en los "nativos" del lugar. Es impresionante la educación con la que permanecen en sus lugares o realizan las esperas en interminables colas para comprar algún producto, entrar o salir de algún sitio o esperar para el baño, por ejemplo.

Sabiendo lo anterior, se viene con la lección aprendida esperando contemplar un gran espectáculo de esos que igual, con mucha suerte, se llegan a ver una vez en la vida. 

Vamos a ello.




viernes, 23 de octubre de 2020

El Museo de Ciencias Aeronáuticas - Aeropuerto de Narita - Japón - (y VII)



- Mitsubishi MU-2B-25 (JA8628) - Avión utilitario de transporte ligero:





- Sikorsky Mitsubishi S-62A (JA9156) - Helicóptero utilizado por la Guardia Costera Japonesa:



- Aerospatiale SA 330F Puma (JA9512) - Helicóptero utilizado por el Departamento de Bomberos de Tokyo:





- Gates Learjet 25B (N67HB) - Reactor ejecutivo:


He dejado para el final el aparato que, según mi criterio, tiene mayor interés de todos los expuestos. Se trata del primer prototipo del NAMC YS-11 (JA8611). Fue el primer modelo tras la Segunda Guerra Mundial de diseño y fabricación totalmente japonesa, condición que ha mantenido durante 50 años. Se trata de una aeronave turbohélice de pasajeros. Se fabricaron más de 180 ejemplares (de ellos unos treinta para la Fuerza Aérea Japonesa incluidos 4 NAMC YS-11EB de guerra electrónica, uno de los cuales "cacé" en la Base Aérea de Iruma).

NAMC, Nihon Aircraft Manufacturing Corporation, tuvo la participación de diversas empresas japonesas para llevar a cabo este proyecto: Mitsubishi y Kawasaki eran las empresas que tenían los porcentajes de participación más importantes de este progama que contaba también como integrantes a Fuji, Japan Aircraft, Shinmeiwa, Showa y Sumitomo.

Este primer prototipo que se exhibe en el Museo es por tanto parte muy importante de la Historia Aeronáutica de Japón y como tal le corresponde un lugar de privilegio siendo además posible su visita interior donde se muestra con la configuración y los equipos utilizados en su día para el desarrollo del programa original del mismo.


 













Para finalizar la visita a esta zona de estática exterior, reseñar que se complementa con algunos vehículos de arrastre de aeronaves y varios ejemplos de focos y luces aeroportuarias.







El Museo de Ciencias Aeronáuticas es una visita muy recomendable si viajas a Japón como aficionado a la Aviación. Pese a que este Museo destila ya un aire ¿como diría? un tanto clásico sus propios encantos (esos fantásticos miradores, esa cabina de 747...) y el hecho de que Narita este muy, muy cerca, y ya sabemos que es una de las mecas mundiales del spotting, hace que no decepcione para nada curiosear por sus redondeces (pocos rincones hay). No lo dudéis, merece la pena.