domingo, 28 de septiembre de 2014

Flying Legends 2014 (I de XI)



Cuentan las leyendas que en la aldea de Duxford en Cambridgeshire, Inglaterra (muy cerquita de Cambridge) todos los años por el mes de Julio la épica renace y nos devuelve a los años 30 y 40 en la época de oro de los motores a pistón, el sonido de los raids aéreos, los combates alados contra los alemanes, el rugir de las hélices.Cuentan también  que se aparecen Spitfires, Hurricanes y Mustangs que hienden el cielo apoyando a sus bombarderos , evitando que caigan las bombas enemigas y persiguiendo o siendo perseguidos hasta perderse en el horizonte en un eterno dogfight.

Como bien dice la RAE una leyenda relata sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos por lo que la única forma de comprobarlo es personarse ante estos eventos y, de manera fría y calculadora, desempañar lo que hay de misterio en ellos para sacar a la luz la realidad.

Con este propósito (entre otros) me desplacé este año a dicho destino para intentar (cual Iker Jiménez spotteril) dar fe de la verdad, apartando las sombras con mi instrumental antí-fantasmas:  cámara de fotos, baterías y tarjetas, equipamiento éste que no puede faltar entre los cazadores de sombras aéreas. Debo decir que no me encontraba sólo en este envite; gracias a otros socios de Aire que me acompañaban e ilustraban en este cometido intuía que en este mito la verdad superaba a la ficción ya que incluso varios de ellos juraban y perjuraban que habían asistido en anteriores ocasiones a manifestaciones palpables (y fotografiables) que certificaban la veracidad de todo lo que se relataba.

Pero claro, hombre yo desconfiado por natura (si no lo veo y fotografío no lo creo), entre prados verdes de exuberante vegetación iba acercándome a mi destino con esa ansiedad propia de lo desconocido que se anticipa maravilloso aunque simulando una falsa tranquilidad exterior que pretendía mostrar mi escepticismo e incredulidad ante tanta exageración.

Lo primero que pude comprobar es que debía de tratarse de un rumor muy, muy extendido ya que al llegar a las proximidades del Aeródromo de Duxford fuimos dirigidos a una enorme pradera que era utilizada como parking por las ingentes oleadas de visitantes que iban ocupando posiciones siguiendo las indicaciones del personal destinado a ello.

De ahí alcanzamos las taquillas de acceso (genial, si todo era falso mi entrada sería la prueba contratante de la primera parte (yo) que demostraría la burda  estafa a la que habría de ser sometido por la parte contratante de la segunda parte (ellos).



Y allí estaban, a  simple vista, a la luz del día, en una larga hilera sobre el césped, nada que ver con espectros o visiones, lúcidos y claros, inmaculados y perfectos como si hubieran salido ayer de las fábricas, impolutos y brillantes, sus cúpulas transparentes refulgiendo a los rayos de luz que se filtraban entre las nubes:  ejemplares de Spitfires, Hurricanes, F6F Hellcat, un P-40C Tomahawk en brillante metal pulido, varios Gloster Gladiator, Un B-17 Flying Fortress, P-51 Mustang, un espectacular P-26A Peashooter que maravillaba con su sola presencia en estática y mucho más en vuelo con su particular sonido,un Avro Lancaster con su escolta,  un North American B-25J Mitchell “Redbullizado” y brillante hasta desalumbrar, Grumman FM-2 Wildcat y F8F-2P Bearcat, Casa Bücker 1.131-E· Jungmann, Hawker Sea Fury, Hispano Aviación HA-1112 M1L Buchón, Hawker Nimrod Mk I, varios Dragon Rapide, un Douglas C-53D Skytrooper, un Vought F-4U-7 Corsair, un espectacular Lockheed C-121C Super Constellation que ya valía el viaje.





Uf, algo digno de ver antes de morir. Mis vacilaciones desaparecieron y está vez si por arte de magia. Todo una antología de aviones históricos se mostraba ante mis sorprendidos sentidos que colapsaban ante tanta belleza y espectacularidad mostrada en todo su esplendor en un fantástico día en lo climatológico que acompañó a lo largo de toda la jornada.






































































Como habreis podido observar, el título de esta entrada indica que es la primer de un total de once. Ya sé que son bastantes pero, creedme si os digo que hay mucho que ver (y ya he descartado muchísimas imágenes).