miércoles, 26 de abril de 2017

Centro Espacial Kennedy (I de X)


Dentro de las diversas visitas que un amante de la aeronáutica tiene en mente como proyecto futuro (e incluso irrealizable en muchas ocasiones) hay una serie de destinos imprescindibles que, por su singularidad, fama, espectacularidad, tráfico, variedad de modelos y piezas mostradas o patrimonio histórico forman parte del álbum de los deseos de todo aficionado a este maravilloso mundo.

Para mí, el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral reúne todos esos requisitos y alguno más y siempre ha estado en mis sueños el poder visitarlo, sueño que por fin pude cumplir en el año 2015 tras muchos planes y tiempo de espera y que desde luego no sólo no me ha defraudado sino que ha superado mis expectativas con mucho.


Esta visita se enmarca en el periplo que realicé por Florida y del cual ya os he dejado algunas localizaciones en este blog aunque aún tenía pendiente mostraros la relativa a esta visita concreta que he ido dejando un poco atrás por unos u otros motivos y a la que por fin he podido dedicarle unos días.







Haciendo un poco de historia este Centro Espacial se fundó en 1962 con el objetivo de ser el punto neurálgico para los lanzamientos del Saturno V en las diversas misiones que tuvieron lugar dentro del extenso programa Apolo y que como todos sabemos tuvieron su cenit en la llegada del hombre a la Luna el 21 de julio de 1969 en la misión Apolo 11. La denominación oficial honrando al fallecido Presidente John F. Kennedy fue instaurada por el presidente Johnson, gobernante que sucedió a aquél tras su trágica muerte por su consabido asesinato en 1963.


La exploración espacial es la razón de ser de este Museo y está por tanto presente en todos y cada uno de los rincones de este mítico Centro en el que podemos hacer una completa inmersión en la historia de la carrera espacial de este gran país bien a través de cuidadas puestas en escena de episodios de la misma, atracciones diversas, maquetas, paneles informativos, tours, espacios expositivos de enorme calidad y edificios de cuidada estructura y diseño espectacular todo ello enmarcado en el denominado “Complejo para visitantes del Centro Espacial Kennedy” ya que, si bien es cierto que ahora no se realizan misiones tripuladas, la NASA y muchas otras empresas siguen llevando a cabo sus actividades en zonas restringidas inaccesibles al público general. Realmente, las zonas cerradas al público ocupan la mayor parte del enorme espacio de que consta el Centro Espacial Kennedy (unos 570 km2).


Gran parte de este espacio restringido está destinado a reserva natural dónde la fauna de la zona campa a sus anchas con gran profusión de reptiles y aves.



En lo que respecta a la visita, ésta comienza pasando por Taquilla para abonar el preceptivo tique de entrada que a fecha de 2017 importa la cantidad de 50 dólares para adultos y 40 para niños de entre 3-11 años para una entrada diaria, aunque existen otro tipo de pases para un mayor número de visitas.
















Comienza una nueva aventura.


jueves, 20 de abril de 2017

Wings over Miami Air Museum (y II)


- Otro interesante aparato que se puede contemplar en este pequeño y coqueto Museo es un ejemplar de la variante china del Yak-18, el Nanchang CJ-6 del que se llegaron a producir más de 2.000:





- Un ejemplar muy interesante, aunque en este caso sea un réplica perfectamente operativa, corresponde al muy raro North American NA-50, de cuya versión sólo se fabricaron 13 ejemplares desarrollados a partir del NA-16:





- También se muestra un Ryan ST-3KR con decoración y rótulos de la versión militar de este modelo "civil": el Ryan PT-22 Recruit.




- Un hermoso aparato en exhibición en un estado de vuelo espectacular era un ejemplar de T-6D que en su día prestó servicios, entre otros,  en nuestro Ejercito del Aire. Pudimos charlar con su amable dueño acerca de este interesante modelo donde nos comentó la curiosa historia del mismo y pudimos comprobar in situ la magnífica restauración a la que había sido sometido. El propio dueño con antepasados españoles se enorgullece de ello como se puede comprobar en la decoración que luce esta preciosa aeronave:









Además de los aparatos reseñados que el día de mi visita pude contemplar, había otra serie de aparatos llamémosles más "comunes" y que también se encontraban en el interior del hangar, lo que no quita también para apreciar que son ejemplares dignos de ser reseñados y con interesantes historias en la mayoría de ellos:

Beech Bonanza V35B:






Bellanca Decathlon:




Cessna 177:





Vans RV-6:






En fin, como ya he comentado, un Museo vivo con olor a combustible y perfume de historia en el que pasar un rato agradable en un entorno muy interesante y con múltiples alicientes aeronáuticos. Si puedes no dejes de visitarlo, seguro que te diviertes.