martes, 7 de julio de 2020

El Museo de Aviación de Tokorozawa ( I de IV)

           

Como podéis comprobar, si seguís con más o menos interés las entradas que voy publicando aquí del viaje que realicé a Japón en 2018, la ingente cantidad de material "fotográfico" con el que volví me ha dado para muchas reseñas. 

Y aún no he terminado con él ya que me quedan tres o cuatro visitas para cerrar en lo que se refiere a este Blog este periplo que tantas satisfacciones me ha proporcionado (y lo sigue haciendo mientras reviso mi extenso "botín").


Una de ellas corresponde a un "reconocimiento rápido" al Museo de la Aviación de Tokorozawa, una cita relámpago programada entre otros eventos de mayor importancia y para la que no tenía mucho tiempo. Aún así, y al revestir cierto interés, se le dedicó un pequeño hueco en la apretada agenda establecida y creo que la estancia, aunque corta, fue bien aprovechada teniendo en cuenta también que es un Museo más bien modesto en tamaño expositivo pero que no carece, ni mucho menos, de interés para el aficionado.


No en vano, se ubica en la localidad donde se construyó el primer aeródromo de Japón en 1902 y eso le dota ya de un aliciente más para curiosear por sus elegantes instalaciones.


Lógicamente, ese carácter histórico impregna el espíritu de este Museo en el que, como ya comprobaremos, muchos objetos y paneles exhibidos están dedicados a la Historia de la Aviación japonesa y a sus principales ingenieros y creadores.


Me encamino hacia el interior del edificio principal con esa mezcla de sensaciones que me acompañan siempre al conocer un nuevo Museo: curiosidad, interés y excitación.

Reseñar también que resulta interesante ese edificio central con una especie de lona translúcida soportada por arcos. Una curiosa e ingeniosa construcción.


En el recibidor,  sobrevolando al visitante que acaba de acceder, y suspendido del techo se puede contemplar una magnífica réplica del primer aerodino diseñado y construido en Japón, el Kaishiki No. 1. Aunque el motor y la hélice provenían de Francia, el resto tenía origen nipón. El primer vuelo del Kaishiki tuvo lugar en Tokorozawa el 13 de octubre de 1911.



Al Capitán Tokugawa Yoshitoshi le correspondió ese honor.


En lo que se refiere a los diversos servicios para el visitante con los que cuenta el Museo en la entrada podemos contemplar ya la consabida tienda de recuerdos llamada aquí "Flying Spirits", el café-restaurante "Ecotoco Farmers Cafe" y el acceso al magnífico cine IMAX que consta de un aforo para 200 personas, sonido 5.1 y una enorme pantalla de 15 metros de alto por 20 de ancho.




En el interior, el Museo dedica diversas zonas a espacios de muestra entre las que destaca el Hall principal con un buen número de aeronaves a examinar las cuales, tal y como se merecen, os detallaré más adelante.






No hay comentarios:

Publicar un comentario