domingo, 7 de junio de 2020

Museo de las Fuerzas Aéreas de Autodefensa de Japón (V de VIII)


Bajando desde la 3ª planta, donde lo dejamos en la entrada anterior, volvemos al segundo piso y cruzamos el pasillo que nos lleva al hangar (pasando junto a una maravillosa terraza exterior cerrada hoy por seguridad por la afluencia de público a los ensayos para el Festival del día siguiente) y accedemos directamente a un magnífico mirador elevado en dicho hangar:



El panorama es espectacular:




En esta zona elevada se exponen algunos de los asientos que han estado instalados en icónicos aviones Vip de la JADSF y unos magníficos paneles informativos sobre las aeronaves actuales y pretéritas que han utilizado:














Algunas de las aeronaves que cuelgan de la estructura sobre las que se exhiben en el suelo se pueden observar mucho mejor desde esta altura. 


- Destaca entre todas un magnífico ejemplar original de Mitsubishi A6m5 Reisen "Zero" matrícula 43-188 y número de serie 4685. El piloto del mismo "aterrizó" en un pantano cerca de un aeródromo en Guam donde llego malherido después de diversos encontronazos con aviadores americanos (más adelante moriría por dichas heridas). En ese lugar quedó este Zero hasta 1962 cuando fue localizado. Recuperado casi intacto por los americanos al final fue enviado a Japón para su restauración final, un trabajo magnífico tal y como puede comprobarse. Uno de esos ejemplares que por sí sólo hacen que la visita hasta aquí haya merecido la pena:




- Se muestra la maqueta de un Ansaldo SVA.9 que evoca la aventura de un grupo de 11 aeronaves que partieron de Roma en Febrero de 1920 hasta Japón de las cuales sólo dos alcanzaron su destino. El avión original sobre el que se basa estuvo expuesto en un Museo hasta que fue destruído por un bombardeo americano en la Segunda Guerra Mundial:





- Acompañando a las anteriores se encuentran una Beech T-34A Mentor (51-0382) fabricada bajo licencia por Fuji y un Fuji T-3 (91-5517), modelos ambos utilizados para entrenamiento básico:



Mientras, sigo bajando desde la terraza superior hasta el nivel del suelo en un paseo descendente en el que se puede apreciar desde otro punto de vista lo que se exhibe abajo y que no tardaré en contemplar de cerca:






  


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