Al lado del "Pabellón Vimy" se encuentra uno de los "platos fuertes" del día: "La Fábrica de Aviones".
Dentro del hangar "Bellman" se ha recreado una auténtica fábrica de aeronaves en la que se puede pasear y envolverse de AVIACIÓN, actividad de la que Brooklands ha sido uno de sus actores y testigos principales.
Desde 1915, año en el que Vickers comenzó a fabricar en estos terrenos hasta las primeras reuniones en las que se planificó el Concorde, Brooklands cuenta con una extensa nómina de creaciones, pruebas y desarrollos que la hacen acreedora de un puesto de honor en la Historia de la Aeronáutica sin ninguna duda.
Y este espacio expositivo hace honor a esa Herencia además de una manera sublime y maravillosa, es un lugar cuasi mágico en el que se se han cuidado tanto el aspecto estético y de entretenimiento como el educativo y didáctico.
Es una delicia perderse por su interior en un paseo que transcurre entre piezas y aeronaves de tela y madera hasta los materiales más modernos y los procesos de construcción más técnicos, siempre de manera instructiva y en la que no falta el amable colaborador presto a ayudarnos y clarificarnos lo que sea necesario.
Por su tamaño, lo primero que llama la atención es un Vickers 290 Wellington MK1A. El primer prototipo de este tipo de aparatos voló aquí allá por 1936 y el ejemplar que se exhibe es el único superviviente de los que fueron fabricados en Brooklands y uno de los dos únicos ejemplares que quedan en la actualidad. Destacar que fue recuperado del Lago Ness donde se hundió en 1940 durante un vuelo de entrenamiento. Su espectacular estructura domina este amplio hangar:
Otra serie de aeronaves y secciones de aparatos contribuyen a conseguir un espacio magnífico para la contemplación de objetos únicos que sólo podemos observar en Brooklands:
El conjunto se completa con la existencia de diversos talleres que recrean los espacios donde se diseñaban y construían estos aparatos mostrando herramientas, planos, modelos y materiales.
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