El Museo Nacional de Aviación Naval de los Estados Unidos, inaugurado en 1963, es el mayor museo del mundo dedicado a la Aviación Naval lo que le sitúa asimismo entre los mayores museos mundiales de la Aviación, aparte de ser uno de los más visitados en el Estado de Florida.
Es una extraordinaria y enorme instalación fundada en la Estación Aérea Naval de Pensacola (NAS) en 1962 por un grupo de aviadores en la que se exhiben más de 150 aeronaves, unas 100 en el propio Museo y el resto en línea de vuelo exterior que hay detrás del hangar de restauraciones con el que cuenta el Museo.
El Museo está gestionado por una Fundación sin ánimo de lucro dotada de carácter benéfico cuyo propósito consiste, entre otros no menos importantes, en dar el necesario soporte financiero para seguir ampliando su extraordinaria colección, preservando la actual y restaurando aquellas piezas que lo necesiten.
El acceso es totalmente gratuito y calificar el estado del propio Museo, sus instalaciones interiores y las aeronaves y otros objetos expuestos como de magníficos sería quedarse bastante corto. Es digno de alabar los servicios prestados por los voluntarios y demás personal del Museo en relación al desempeño de sus funciones, el trato amabilísimo con el visitante y su continua dedicación al mismo. No me gustaría ser reiterativo pero de verdad resulta muy fácil sentirse cómodo hasta el punto de que llegada la hora de salida se hace un poco triste el tener que abandonar este remanso aeronáutico donde el amante de la Aviación encontrará mil motivos para quedarse y ninguno para irse.
Mi visita consistió en un día completo y medio más, tiempo que entiendo como mínimo necesario dada la magnitud de lo que se puede encontrar en este grandioso escenario en el que contemplar auténticas joyas de la Aviación, alguna de las cuales son totalmente únicas.
El hecho de aunar tamaño y calidad es lo que me permite calificarlo si temor a equivocarme no solamente como uno de los grandes como ya comenté anteriormente sino también como uno de los mejores y un destino imprescindible para todos aquellos que pretendan sellar su pasaporte de "viajeros aerotrastornados" con un mínimo de calidad.
A lo largo de esta extensa (pero necesaria) serie de entradas intentaré acercaros un poco a este destino situado en el noroeste del Estado de Florida, a orillas del Golfo de México y mostraros la enormidad de este Museo que por sí sólo bien merece el viaje al Estado del Sol.
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