Tal día como hoy hace 50 años se produjo una efemérides astronáutica como el Mundo no había visto hasta la fecha, y su eco sigue llegándonos alto y claro hasta nuestros días.
Mientras el planeta entero contenía la respiración tres representantes de nuestra especie alcanzaban la eternidad avanzando hacia la superficie brillante y salpicada de cráteres que es nuestro pequeño satélite.
Ahora, medio siglo después, la hazaña se vuelve aún más inmensa cuando recordamos las condiciones y equipo que utilizaron un puñado de valientes para alcanzar ese hito apoyado para su consecución en el trabajo de miles de hombres y mujeres, alguno de los cuales dieron su vida para que se pudiera alcanzar ese momento.
Gracias a ellos y los astronautas del Apolo 11 por encarnar nuestro espíritu y poner las estrellas en nuestras manos. Pioneros espaciales, Humanos al fin y al cabo.
- La contribución española a la Misión Apolo 11.
- Entradas en el blog dedicadas a mi visita al Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral.
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