Llegó el momento de plegar velas y caminar hacia la puesta de sol. Bueno, que me pongo poético, que era la hora de irse. La verdad es que el físico ya se resentía de dos días de machaque total pero el ánimo estaba henchido de satisfacción...otra vez lo estoy haciendo...que estaba muy contento de cuanto había vivido.
Ya sin tanta sorna, debo agradecer al Cuerpo de Marines la organización de este fantástico y espectacular festival en el que he disfrutado de tal manera que se me ha pasado el tiempo a velocidad Mach. Gracias por permitirme disfrutar de uno de los mayores eventos aeronáuticos militares que hay en el mundo y enhorabuena por el magnífico resultado. Si puedo volveré algún día...ya se sabe "Semper Fi".
Vuelta al trenecito, pasada fotográfica alrededor de la plataforma de estacionamiento y una mirada melancólica hacía lo que queda atrás, pero el pensamiento fijo en lo que ha de venir, aún quedan muchas aventuras en este viaje a USA 2017.
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