El Festival Aereo de Miramar que se celebra cada año en la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar (MCAS Miramar - Marine Corps Air Station, San Diego, California) está considerado como el Air show militar más grande de los Estados Unidos; además se suele incluir en el top 10 mundial de este tipo de eventos.
MCAS Miramar tiene una larga historia militar y es reconocida a nivel mundial por haber contado desde 1969 hasta 1996 con la "United States Navy Fighter Weapons School" más popularmente conocido por su alias: Top Gun, programa que contribuyó en su momento más si cabe a popularizar mundialmente la bella ciudad de San Diego.
Estas 3 últimas imágenes las tomé en el interior del USS Midway en la Bahía de San Diego. En los alrededores también se encuentra el famoso Restaurante Kansas City Barbeque en el cual se rodaron algunas escenas de la ya mítica película Top Gun protagonizada por Tom Cruise y Kelly McGillis y que dio a conocer este programa militar en todo el mundo. El Restaurante rebosa aviación militar y por supuesto tiene múltiples referencias a dicha película por todo el local.
En cualquier caso no me quiero apartar del relato principal de esta serie de entradas dedicadas a la Edición 2017 del Festival citado que se celebró entre los días 22 al 24 de Septiembre 2017 y del cual tuve la oportunidad de disfrutar los dos días principales, el sábado 23 y el domingo 24.
Con un par de amigos y un coche de alquiler me puse en marcha hacía MCAS Miramar el sábado bastante temprano para evitar el intenso tráfico que se preveía y estar allí antes del horario de apertura de las puertas a las 8.00 a.m., y debo decir que aunque nos hizo madrugar fue una decisión muy acertada ya que, aunque lo desconocíamos, el acceso a los extranjeros no americanos era muy, muy, muy lento por las medidas de seguridad implementadas por las autoridades de la Base.
Os recomiendo encarecidamente que si decidís asistir a futuras ediciones tengáis muy en cuenta lo anterior ya que si a nosotros tres el retraso nos impidió ver alguna de las atracciones de la mañana (de las más ligeras eso sí) estoy seguro que hay gente que estaba mucho más atrás que nosotros que tardó varias horas en acceder al recinto y se perdió cosas mucho más interesantes.
Hay que recordar que en USA se toman muy en serio la seguridad en eventos multitudinarios y más si se celebran, como es el caso, en un recinto militar por lo que es bastante comprensible el celo que muestran a la hora de permitir el acceso público.
Una de estas medidas consiste en la prohibición de acceder con mochilas, bolsas y similar no transparentes lo que no supone ningún problema para el público "general" pero es una complicación muy importante si como yo lleváis bastante equipo fotográfico ya que es difícil encontrar una mochila transparente cómoda a un precio razonable y que tenga la calidad de confección adecuada que le permita y te permita aguantar un par de días de Festival a tope y dándote además la confianza necesaria para llevar en ella tus preciados objetivos. Parece baladí pero es una cuestión logística importante y a tener en cuenta.
Hay que reseñar que el acceso general al Festival es totalmente gratis a excepción de las zonas con asientos reservados. Los precios en tribuna, en diversas modalidades, van de 12 a 35 dólares.
Una vez en el interior de la Base y, tras un buen recorrido por el interior siguiendo la caravana de vehículos y las indicaciones del personal, llegamos a unas plataformas enormes donde se aparcan los vehículos tras lo cual hay que dirigirse a los accesos. De camino nos encontramos con algunos CH-53 a los que no se puede dejar de fotografiar. Cada vez va quedando menos ya que están siendo sustituidos por los Osprey.
Una vez se ha pasado el ya comentado exhaustivo control de seguridad (no olvidéis el pasaporte) hay que subirse en alguno de los trenecitos que nos llevan desde ese punto hasta el inicio de la exhibición estática.
El traslado se hace bordeando una de las plataformas de estacionamiento para varias de las aeronaves que participarán en el show por lo que no puede uno resistirse a fotografiar todo lo que se ponga a tiro pese al traqueto o al contraluz (por cierto, la orientación de la pista donde se producen las exhibiciones hace que el temido y maldito contraluz esté presente durante casi toda la jornada, pero es algo contra lo que nada se puede hacer, así que a disfrutar a tope de lo que se pueda).
Tras este pequeño tour ya se vislumbra el acostumbrado maremagnun de personas y colas de aviones que nos indica que estamos llegando al inicio del Festival y comienza el auténtico espectáculo. Que emoción.
Con un par de amigos y un coche de alquiler me puse en marcha hacía MCAS Miramar el sábado bastante temprano para evitar el intenso tráfico que se preveía y estar allí antes del horario de apertura de las puertas a las 8.00 a.m., y debo decir que aunque nos hizo madrugar fue una decisión muy acertada ya que, aunque lo desconocíamos, el acceso a los extranjeros no americanos era muy, muy, muy lento por las medidas de seguridad implementadas por las autoridades de la Base.
Os recomiendo encarecidamente que si decidís asistir a futuras ediciones tengáis muy en cuenta lo anterior ya que si a nosotros tres el retraso nos impidió ver alguna de las atracciones de la mañana (de las más ligeras eso sí) estoy seguro que hay gente que estaba mucho más atrás que nosotros que tardó varias horas en acceder al recinto y se perdió cosas mucho más interesantes.
Hay que recordar que en USA se toman muy en serio la seguridad en eventos multitudinarios y más si se celebran, como es el caso, en un recinto militar por lo que es bastante comprensible el celo que muestran a la hora de permitir el acceso público.
Una de estas medidas consiste en la prohibición de acceder con mochilas, bolsas y similar no transparentes lo que no supone ningún problema para el público "general" pero es una complicación muy importante si como yo lleváis bastante equipo fotográfico ya que es difícil encontrar una mochila transparente cómoda a un precio razonable y que tenga la calidad de confección adecuada que le permita y te permita aguantar un par de días de Festival a tope y dándote además la confianza necesaria para llevar en ella tus preciados objetivos. Parece baladí pero es una cuestión logística importante y a tener en cuenta.
Hay que reseñar que el acceso general al Festival es totalmente gratis a excepción de las zonas con asientos reservados. Los precios en tribuna, en diversas modalidades, van de 12 a 35 dólares.
Una vez en el interior de la Base y, tras un buen recorrido por el interior siguiendo la caravana de vehículos y las indicaciones del personal, llegamos a unas plataformas enormes donde se aparcan los vehículos tras lo cual hay que dirigirse a los accesos. De camino nos encontramos con algunos CH-53 a los que no se puede dejar de fotografiar. Cada vez va quedando menos ya que están siendo sustituidos por los Osprey.
Una vez se ha pasado el ya comentado exhaustivo control de seguridad (no olvidéis el pasaporte) hay que subirse en alguno de los trenecitos que nos llevan desde ese punto hasta el inicio de la exhibición estática.
El traslado se hace bordeando una de las plataformas de estacionamiento para varias de las aeronaves que participarán en el show por lo que no puede uno resistirse a fotografiar todo lo que se ponga a tiro pese al traqueto o al contraluz (por cierto, la orientación de la pista donde se producen las exhibiciones hace que el temido y maldito contraluz esté presente durante casi toda la jornada, pero es algo contra lo que nada se puede hacer, así que a disfrutar a tope de lo que se pueda).
Tras este pequeño tour ya se vislumbra el acostumbrado maremagnun de personas y colas de aviones que nos indica que estamos llegando al inicio del Festival y comienza el auténtico espectáculo. Que emoción.
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