Ya os comenté en la primera entrada dedicada a este evento que el Ala 11 está formada por el Grupo 22 y el Grupo 11.
El primero de ellos (con más de 100.000 horas en su haber) opera el Lockheed P-3 Orion, aparato que llegó a Morón en 1992 y está destinado a Patrulla Marítima, lucha antisubmarina y SAR. Es una aeronave de reconocida capacidad y fiabilidad ampliamente utilizado en operaciones internacionales bajo mandato de la ONU.
En esta jornada se mostraba uno de estos aparatos en exposición estática, cuyo interior se podía visitar, acompañado de la amplia gama de armamento y otro material con los que está dotado para llevar a cabo sus misiones.
Así mismo se pudo observar en vuelo otro de ellos tanto en solitario como acompañado de una envidiable escolta de 4 Eurofighters en lo que fue sin duda la imagen de esta jornada. Una formación histórica destinada a ser retenida en la memoria durante muchos años.
El otro inquilino de la Base de Morón (llegado en 2004) es el siempre espectacular Eurofighter Typhoon (C.16 en la nomenclatura militar del Ejercito del Aire). Es el caza de combate europeo más avanzado y todo un ejemplo de lo que la colaboración continental puede llegar a crear y del, como no podía ser de otra manera, ya os he hablado en este blog.
Al igual que el Orion, se mostraba un ejemplar en estática enseñando "garras y dientes":
Igualmente en los diversos "shelters" o refugios para los mismos se exhibían otros ejemplares que podían ser observados de cerca e incluso ascender a la cabina donde los pilotos del Ala 11 informaban con gran paciencia y amabilidad a las miles de preguntas con las que fueron asediados por los cientos de espectadores que hicimos largas colas para poder disfrutar de esta oportunidad.
El plato fuerte consistió en la ya mencionada formación de cuatro de estos Typhoon con uno de los Orion y posterior exhibición de los mismos ya bien en solitario, parejas, tríos o en cuarteto mostrando algunas pinceladas de lo que es capaz esta poderosísima máquina que hiende los cielos con una facilidad pasmosa. Un placer para los sentidos ver sus impensables piruetas y giros mientras su sonora postcombustión atronaba toda la Base haciendo imposible dejar de seguirlos en el aire. Un espectáculo fascinante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario