Al día siguiente de asistir al RIATT-2014 aún había un
cartucho en la recamara, y era más bien un obús: El famoso “Park and View”.
En un período de unas cinco horas se aprestan a despegar
hacia sus bases una gran mayoría de los aparatos venidos al Tattoo los cuales
pueden ser contemplados (previo pago de la entrada que este año eran 20 Libras)
desde un apartado especial destinado a los spotters (aquí no suele asistir el público
en general) en una zona muy cercana al inicio de la pista hasta donde llegan
las aeronaves desde la derecha e izquierda lo que permite contemplarlos (y
oírlos) de manera muy cercana.
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