miércoles, 3 de enero de 2018

Spotting en Las Vegas (I de V)


Tras haber disfrutado del spotting en San Diego, llegaba el momento de salir con destino a Las Vegas donde esperaban nuevas aventuras.

El viaje fue una auténtica delicia vía Palm Springs huyendo de las grandes autopistas por un paisaje de película de los que he visto muchas veces en televisión, pero nunca en directo, hasta este momento y del que no puedo dejar de daros algunos detalles.


Una parada obligatoria antes de llegar a Palm Springs es el mirador de” Coachella Valley”. Las vistas desde aquí del horizonte y su serpenteante carretera que desciende y se sumerge en el valle para poder alcanzar la ciudad son espectaculares.






Después de pasar la noche allí, tocaba reemprender la marcha con destino a Las Vegas y si antes el paisaje era fantástico ahora ya se convirtió en una maravilla. Para los que no estamos habituados este tipo de escenario realmente apabulla pero no hay que olvidar nunca que el viajero se dispone a atravesar el desierto por lo que es muy recomendable recordar unas mínimas normas: vehículo en buen estado y cargado de combustible, agua y alimentos y precaución en la vía pues la vida salvaje puede sorprender en la monotonía de las grandes rectas (algunos de los animales con los que hade tenerse cuidado en la carretera son realmente sorprendente). Estas precauciones han de acrecentarse en las épocas de mayor calor pues el termómetro se dispara.



Por pistas de asfalto correcto pero con sus “achaques” se alcanza en Amboy el histórico Roys Motel and Café en plena Ruta 66, la archiconocida e histórica ruta ligada para siempre a la tradición norteamericana y convertida ya en un hito para millones de viajeros de todo el mundo que cada año recorren sus senderos con auténtica veneración. Tantas imágenes nos han llegado de ella que realmente se siente uno muy especial por haber tenido la oportunidad de haber hollado su cuasi “sacrosanto” asfalto.




Continuando el viaje y cruzando por refulgentes lagos de sal llegamos hasta Kelso, antigua estación de tren y actual Centro de Recepción de Visitantes de la Reserva Nacional de Mojave. Por las vías cercanas circulan espectaculares trenes de mercancía interminables cuya  contemplación es en sí una auténtica atracción. Se queda uno estupefacto por la longitud que pueden alcanzar los convoyes tirados por 4, 5 ó 6 potentes locomotoras.







La carretera que atraviesa el Desierto de Mojave y su Reserva Nacional nos lleva hasta Cima cruzando por extensiones repletas de una especie de árbol endémico denominado Joshua Tree adaptados a este clima extremo caracterizado tanto por su falta de humedad como por sus terribles variaciones de temperatura.


Más adelante se alcanza la I-15 por donde transcurre el último tramo de mi viaje hasta las Vegas. Antes de alcanzar el límite estatal entre California y Nevada paso muy cerca de la “Instalación Solar Térmica de Ivanpah” y sus enormes centrales que a pleno rendimiento suministran energía a miles de hogares californianos.

Justo al cruzar dicha frontera estatal y nada más pisar Nevada se ven los primeros casinos y hoteles, preludio de lo que habrá de venir. La capital del estado de Nevada es Carson City aunque su mayor ciudad es Las Vegas, llamada así por el aventurero español Antonio Armijo.



La conocida señal de “Welcome to Fabulous Las Vegas” adjetiva de manera perfecta lo que es este asentamiento humano enclavado en medio del desierto. Por cierto, hay que reseñar que dicha señal fue creada en 1959 por la artista Betty Wills  quien regaló la misma a la ciudad, es por ello por lo que su diseño al no estar registrado es de dominio público.

Es una ciudad artificial pero muy espectacular y sin paragón, hecha a partes iguales de entretenimiento y juego, diversión y vicio, disfrute y atrevimiento, todo el mundo sabe que estamos en “La ciudad del pecado” y/o “la ciudad que nunca duerme”.






Aquí se celebran cientos de bodas y espectáculos cada día. Muchos de los mayores artistas del mundo han recalado en Las Vegas alguna vez y algunos de manera fija. También  su oferta culinaria es variada y podemos alimentarnosr desde los platos más económicos a restaurantes donde se pueden encontrar algunos de los mejores chefs del mundo (entre los que lógicamente no podían faltar algunos españoles).





Todo es a lo grande y 17 de los 25 mayores hoteles del mundo están aquí. Para hacerse una idea comentar que en algunos de ellos puede tardarse andando más de media hora desde la recepción a la habitación asignada. Otro detalle interesante es que en los Casinos no existen ni relojes ni ventanas al objeto de que el jugador sea menos consciente del tiempo real que pasa dentro de ellos.



Por la noche la luz lo envuelve todo y se dice que el Strip de Las Vegas es el lugar más brillante del planeta visto desde el espacio exterior.


Es en el Strip donde se encuentran los mayores casinos y hoteles: El MGM Brand, el Mirage y su volcán de fuego, el New York-New York y sus réplicas de  monumentos famosos, el Bellagio y sus increíbles fuentes de agua, El Caesars Palace, el espectacular y mastodóntico Venetian con sus canales y la Plaza de San Marcos en el interior, El Luxor con su acristalada Pirámide y su enorme rayo de Luz, el enorme Circus Circus y sus espectáculos circenses diarios…








Dentro del inabarcable número de destinos interesantes instalados a lo largo del Strip La Torre Stratosphere es uno de los objetivos ineludibles con sus más de 350 metros de altura que lo convierten en el edificio de observación más alto de los Estados Unidos y sus atracciones imposibles en la cúspide que ponen los pelos de punta. La vista panorámica nocturna de la ciudad es algo que no se olvida nunca una vez contemplada.





Antes de erigirse los grandes casinos y hoteles del Strip la zona a visitar era la calle Freemont. Aun siendo hoy día un lugar más anticuado, caótico y ruidoso merece la pena darse una vuelta por ella para empaparse de humanidad y ver "especímenes" de todas las clases y sobre todo disfrutar de la pantalla más grande del mundo instalada sobre la misma y de las diversas tirolinas que a gran altura la recorren en su extensión, todo un espectáculo.



Y como colofón, una visita a la tienda de regalos más grande mundo; no hay excusas para no llevarse el consabido souvenir.



Uno de los aspectos que más sorprende al visitante, máxime si como es mi caso se ha llegado a la ciudad en coche atravesando el árido desierto, es el increíble tamaño de esta ciudad y la necesidad de agua de sus habitantes dado que se encuentra realmente en medio de la nada; y hay un par de aspectos muy influyentes en el mantenimiento de la habitabilidad de esta urbe en lo que respecta al líquido elemento.

Por un lado, un gestión muy inteligente de este escaso recurso. Reseñar por ejemplo que el gran lago y las espectaculares fuentes utilizadas en el espectáculo del Bellagio provienen de “aguas grises” debidamente depuradas. Gracias a esta gestión en 2010 consiguió el título de “ciudad de los Estados Unidos donde se utiliza el agua de la manera más inteligente”.

El otro aspecto destacable es la existencia de la famosa Presa Hoover a unos 48 kms de Las Vegas con su gran reserva de agua y la gran cantidad de energía que producen sus turbinas.

Tuve la suerte de poder visitar también esta emblemática construcción, una auténtica maravilla Art-Deco de la ingeniera del siglo XX en cuya creación hubo que afrontar grandes retos no vistos hasta la fecha.





Realizada para “domesticar” el impulsivo cauce del Río Colorado es una de las construcciones más grandes del mundo con 220 metros de altura, 380 de longitud y más de 200 metros de anchura en su base, siendo la reserva de agua más grande de los Estados Unidos. Suministra además electricidad a parte del sur de California y a los estados de Nevada y Arizona (de los que por cierto hace de frontera natural).




La Presa era el anterior paso de la autopista Las Vegas-Phoenix, pero su peligrosidad y exiguo tamaño ante el aumento del tráfico obligó a crear un nuevo paso mediante un puente de acero y hormigón suspendido a 250 metros de altura (el mayor del mundo en su tipo).



Todas estas características la han convertido en un auténtico Monumento Nacional que recibe más de 1.000.000 de visitas al año. Destacar el gran número de helicópteros turísticos que sobrevuelan la zona para poder contemplarla desde un punto de vista privilegiado.

La economía de Nevada, como hemos visto, procede en una gran parte del turismo que es atraído por su oferta hotelera, sus espectáculos (musicales y teatrales sobre todo) y por supuesto por los casinos y el juego, actividad ésta legal desde 1931. Es la ciudad con mayor crecimiento exponencial de los Estados Unidos y con una gran capacidad de reinvención para seguir atrayendo las cifras millonarias de turistas que se vienen produciendo año tras año.

Como ejemplo de la importancia de dicha oferta baste decir que más de 250.000 personas trabajan en los hoteles, casinos, restaurante y bares de la ciudad, lo que sumado al resto de trabajos con alguna relación con los anteriores incrementan hasta un total del 40% la mano de obra total vinculada a ella. Por supuesto, todo ello permite que la Administración recaude cada año una enorme cantidad de dinero en impuestos.

Ni que decir tiene pues que es el turista la pieza fundamental de este engranaje. En el año 2016 más de 42.000.000 millones de visitantes llegados con el deseo de disfrutar de sus encantos recalaron en Las Vegas, lo que la convierte en uno de los mayores destinos turísticos de los estadounidenses y del mundo en general… y muchos, muchos, muchos de ellos llegan en avión.

Y ahí es donde entra el juego el Aeropuerto Internacional McCarran (LAS). Ubicado en Paradise es el aeropuerto principal de Las Vegas y del Condado de Clark, Condado que es el propietario y operador del mismo a través de su Departamento de Aviación que precisamente tiene sus instalaciones en dicho aeropuerto.


Además de LAS el Condado de Clark es propietario y operador de otras cinco instalaciones aeroportuarias (además de diversos helipuertos y aeródromos) dedicadas a Aviación General:
1) Aeropuerto Ejecutivo Henderson (HSH)
2) Jean Sport Aviation Center
3) Aeropuerto de Mesquite (MFH)
4) Aeropuerto de North Las Vegas (VGT)
5) Perkins Field

LAS consta de 4 pistas y 2 Terminales, y es un auténtico casino en sí mismo al terner instaladas miles de máquinas tragaperras en sus pasillos.




Muchas aerolíneas americanas operan desde aquí (es el centro de operaciones de las compañías Low-cost americanas Southwest Airlines y Allegiant Air) y algunas del resto del mundo y además puede observarse un ingente número de operaciones privadas en lujosos jets, algunos de los cuales son propiedad de los diversos casinos.



También pueden operar desde aquí algunas de las varias compañías de helicópteros que ofrecen servicios turísticos con vuelos sobre el Gran Cañón, La Presa Hoover o la propia ciudad de Las Vegas tanto de día como de noche.

Un aspecto muy interesante de LAS es que es la base de las operaciones de “Janet Airlines”, así se conocen los vuelos que se operan por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos con destino a instalaciones secretas del gobierno en el Campo de Pruebas de Nevada, sede de la mítica Área 51.  El nombre de Janet Airlines procede del código de vuelo con el que estas aeronaves se comunican con LAS aunque realmente no se conoce nada de su destino ni de las personas que en ellos van y todo lo que la rodea es reservado, un misterio relacionado con los proyectos que se llevan a cabo en dicho Campo de Pruebas.



Según las estadísticas de la ACI (Consejo Internacional de Aeropuertos) en el año 2016, con más de 47.000.000 millones de pasajeros transportados LAS fue el 8º aeropuerto de los Estados Unidos y 26 del mundo, con un aumento del 4,5% con respecto a las cifras del año anterior 2015. Más recientemente se ha conocido que el mes de Octubre/2017 ha sido el de mayor tránsito de toda su historia. Números realmente impresionantes para el aeropuerto de una ciudad que está “en medio de la nada”.



Todas estas cifras hacen que LAS no esté lejos de su capacidad máxima por lo que se están estudiando diversas soluciones para ese complicado escenario ya que sus instalaciones no tienen espacio físico por donde expandirse al encontrarse “rodeado” bien por hoteles y casinos (El Luxor y el Mandala Bay), la Universidad, la circunvalación  de la I-215, escuelas, un parque empresarial e incluso un cementerio.


En alguno de esos puntos he tenido la oportunidad de disfrutar con la fotografía aeronáutica y ahora, después de este extenso “ladrillo”, os dejo con el resultado de un par de días de practicar la misma y que os iré desarrollando en las siguientes entradas.






Espero que os gusten, en este caso “Lo que se spottea en Las Vegas no se queda en Las Vegas”



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