Una vez que despegaron las aeronaves había un "impasse" que aprovechamos para contemplar y fotografiar de manera detallada a uno de los F-18 y una amplísima muestra del diverso armamento y otros objetos que porta que amablemente había instalado el Ejercito del Aire en uno de los barracones de alerta que también nos servía de momentáneo refugio para la insistente lluvia que nos acompañaba. Pilotos del Ala 12 (los "titulares" de combate de esta Base) habían instalado también un pequeño puesto de venta de parches y otros objetos aeronáuticos donde comprar el consabido recuerdo, o los consabidos recuerdos, ya que todos son muy atrayentes.
Y así, el tiempo discurrió rápidamente y casi sin darnos cuenta ya estaban de vuelta las aeronaves:
En resumen, una jornada un poco deslucida por las adversas condiciones climatológicas pero como siempre una gran satisfacción por haber podido contemplar desde tan cerca una gran cantidad de aparatos en su terreno de juego, algo que es muy complicado por las características de las instalaciones militares que las albergan. Gracias a la Asociación Aire, al Ministerio de Defensa y al Ejercito del Aire por habernos permitido disfrutar una vez más de nuestra pasión.
El año que viene más.
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