El Airbus A380 es, en la actualidad, el avión de pasajeros más grande operado por las líneas aéreas comerciales: 525 pasajeros en la configuración típica, 560.000 Kgs. máximos al despegue, 73 metros de longitud, 24,1 metros de altura y una superficie alar de 845 metros cuadrados son algunas de las cifras de este mastodonte aéreo.
Por su parte, el Colomban Mc-15 Cri-Cri (conocido por Cricket) es el avión bimotor más pequeño del mundo: 3,9 metros de longitud, superficie alar de 3,1 metros cuadrados, 1 plaza, y un peso en vacío de 70 Kgs.
Dos aeronaves muy diferentes, enormemente diferentes, pero con una característica que les iguala: ambos vencen la ley de la gravedad y son capaces de elevarse en el aire a voluntad.
Y es que el mundo de la aerodinámica parte de una gran premisa: un objeto permanece en vuelo cuando la fuerza vertical que lo eleva es igual o mayor que la fuerza de su peso.
La fuerza vertical que permite esto depende del perfil alar (forma del ala) que crea la llamada fuerza de sustentación cuando el aire circula por ella. Es precisamente la forma curva de ese perfil la que hace que el aire pase más rápido por encima del ala que por debajo, lo que a su vez genera una diferencia de presión (menor encima del ala y mayor debajo) que hace que el ala tienda a subir.
Para hacer circular este aire será necesario generar una fuerza de tracción hacia delante venciendo la resistencia del aire, de tal manera que se genere la fuerza de sustentación suficente en el ala para vencer el peso del avión y de esta manera emprender el vuelo.
Cuando la tracción, la resistencia al aire, la sustentación y el peso están en equilibrio, el avión volará a una velocidad y altura constante.
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