Hoy nos vamos a ir hasta el Condado de Surrey en Inglaterra, concretamente hasta la localidad de Weybridge en cuyos terrenos se encuentra el "Brooklands Museum".
Conviene hacer un poco de historia para poder hacernos una idea de la fastuosa herencia que se preserva en este impactante Museo que se encuentra en los terrenos de lo que fue en su día el primer circuito de carreras del mundo construido con ese fin y cuyas obras se iniciaron en 1906.
La inauguración del circuito tuvo lugar en 1907 y hasta que cesó su actividad como tal fue la sede de señalados eventos automovilísticos como el Gran Premio de Gran Bretaña e incluso de pruebas ciclistas, además de ser el lugar escogido para cientos de pruebas de velocidad y de otro tipo para un gran número de vehículos que se servían para ello del impresionante óvalo peraltado de unos 4.430 metros y de sus curvas de alta velocidad.
Hoy sólo quedan visibles algunas de sus secciones siendo la más llamativa una de las zonas más empinadas de la pista por las cuales se puede pasear y sentir por un momento la misma emoción que sin duda sintieron los espectadores que hasta un número de casi 290.000 podía albergar este circuito.
Esta longeva tradición automovilística podríamos decir que se sigue manteniendo hoy día por la presencia en sus terrenos del llamativo "Mercedes-Benz World" en unas instalaciones vecinas al Museo donde esta conocida marca de coches ofrece sensaciones únicas a bordo de sus mejores vehículos.
Si estos son los orígenes muy resumidos de Brooklands, sus rincones guardan muchísimas más sorpresas ya que además de estas actividades que os he comentado en el período entre 1907 y 1984 casi 19.000 aeronaves salieron de estas instalaciones convertidas así en el mayor centro de producción europeo en su tipo.
Pero no vamos a correr antes de aprender a andar, este Museo requiere una minuciosa y extensa exploración para no perderse ninguno de los muchos tesoros que aquí se conservan, y la verdad es que una vez visitado la sensación de haber contemplado algo único es imperecedera y emocionante.
Uno de los reclamos de este Museo es la exhibición del Concorde G-BBDG "Delta Golf", el tercero construido por los británicos y el primer ejemplar utilizado por ese país para pruebas de evaluación del proyecto junto con otro ejemplar más construido en Francia. El orgullo por exhibir aquí este ejemplar, del que tendremos más imágenes en posteriores entradas, es palpable desde antes de acceder al Museo en sí.
Antes de acceder al Museo hay que abonar el precio de la entrada.
Y una vez dentro ya podemos irnos haciendo una idea de que hay mucho que ver y poco tiempo:
Desde este punto entramos en el "Motoring Village". Una preciosa zona vintage en la que se muestran los antiguos cobertizos y talleres en los que se vivía automovilismo por los cuatro costados. Una estampa impresionante para ver en vivo.
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