Desde que aeronaves más pesadas que el aire han surcado los cielos, la historia del vuelo está formada por miles de historias y anécdotas que tienen su origen en ellas.
Sin embargo, algunas de dichas anécdotas no dejan de resultar ciertamente increibles y fantásticas pese a su veracidad.
El siguiente episodio, acaecido el 17 de Febrero de 1959 se encuentra documentado en el libro "Asunción: Recuerdos de Entrecasa" del escritor paraguayo Luis Verón, donde se dedica a desgranar historias sucedidas en el pasado de la capital citada.
La que ahora nos ocupa tuvo lugar en el campo de fútbol villamorrense del club General Genes que disputaba un encuentro con el club Oriental.
El piloto Alfreo Lird, fanático del General Genes realizó, como era su costumbre cada vez que jugaba el equipo de sus amores, varias pasadas a poca altitud al objeto de insuflar animo a los jugadores de su equipo. Para ello utilizaba una avioneta Paulistinha fabricada en Brasil, equipada con un motor de 90 HP y hélice de madera.
Sin embargo, algunas de dichas anécdotas no dejan de resultar ciertamente increibles y fantásticas pese a su veracidad.
El siguiente episodio, acaecido el 17 de Febrero de 1959 se encuentra documentado en el libro "Asunción: Recuerdos de Entrecasa" del escritor paraguayo Luis Verón, donde se dedica a desgranar historias sucedidas en el pasado de la capital citada.
La que ahora nos ocupa tuvo lugar en el campo de fútbol villamorrense del club General Genes que disputaba un encuentro con el club Oriental.
El piloto Alfreo Lird, fanático del General Genes realizó, como era su costumbre cada vez que jugaba el equipo de sus amores, varias pasadas a poca altitud al objeto de insuflar animo a los jugadores de su equipo. Para ello utilizaba una avioneta Paulistinha fabricada en Brasil, equipada con un motor de 90 HP y hélice de madera.
El portero del equipo rival, Roberto "Chingolo" Trigo, harto de los vuelos rasantes del piloto, realizó un saque muy fuerte (lo que es un típico patadón), impactando contra la hélice y averiándola, a consecuencia de lo cual perdió altura muy rápidamente cayendo a tierra sobre unos matorrales cercanos.
Afortunadamente, el piloto solo sufrió magulladuras diversas, aparte de un considerable susto.
Afortunadamente, el piloto solo sufrió magulladuras diversas, aparte de un considerable susto.
La historia cuenta que el portero, asustado ante el resultado de su acción, abandonó el terreno de juego, refugiándose en su casa, que se encontraba cerca, y se metió bajo una cama.
Hasta donde tengo constancia, es el único caso documentado de aeronave derribada por el efecto de un balón o similar, y no se puede disimular una cierta sonrisa ante lo jocoso del caso, toda vez que no hubo desgracias personales de importancia.
Hasta donde tengo constancia, es el único caso documentado de aeronave derribada por el efecto de un balón o similar, y no se puede disimular una cierta sonrisa ante lo jocoso del caso, toda vez que no hubo desgracias personales de importancia.
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